La biometría ocular es una prueba diagnóstica para medir con gran exactitud las dimensiones anatómicas del globo ocular y conocer parámetros como su longitud axial (distancia entre la parte más anterior y posterior del ojo) o la amplitud de la cámara anterior (espacio comprendido entre la córnea y el iris). Además, también permite conocer otras medidas como el grosor del cristalino o la curvatura de la córnea.
La biometría ultrasónica funciona con ultrasonidos, que tienen mayor capacidad de penetración que la luz infrarroja. Optamos por esta técnica, más compleja de realizar, en casos en los que la córnea ha perdido su transparencia, el cristalino está muy opaco o se ha producido una hemorragia severa, lo que impide el paso de la luz.